"¿Puede un Movimiento, nacido de la elección de Dios como ideal de vida, ser de interés para hombres y mujeres de otras convicciones?

El hecho es que el Hijo de Dios ha asumido la carne humana y esto es algo grande:
nos permite una relación profunda con ustedes, comprometidos como están en respetar, en potenciar al ser humano, a cada hombre, con el incremento y la salvaguardia de sus valores.
Es lo que también nosotros debemos y queremos hacer junto con ustedes".

Chiara Lubich

La finalidad del diálogo entre personas creyentes y personas sin una referencia a una fe religiosa es la de colaborar a componer en fraternidad a la familia humana.

Ya en los años '40, alrededor de la primera comunidad del Movimiento, en Trento, había personas de las más diversas extracciones sociales y culturales, también sin una fe religiosa, atraídas por la comunión de bienes actuada en el naciente Movimiento a favor de los más pobres.

Pero será sobre todo a finales de los años '70, con la difusión del Movimiento, que la apertura hacia personas sin una fe religiosa, como los agnósticos, los indiferentes, los ateos, madura hasta el punto de poder expresarse en un diálogo con una fisonomía propia. En 1978 nace el Centro internacional para el diálogo con personas de convicciones no religiosas. En 1992 tiene lugar, en el Centro Mariápolis de Castelgandolfo (Roma), el primero de los Congresos internacionales que se seguirán realizando periódicamente.

Cómo se actúa

A partir de la experiencia vivida en estos años, se perfilan algunos puntos que caracterizan el diálogo:

se trata de poner en evidencia lo positivo de cada uno para descubrir los valores comunes a todos;

cada uno permanece fiel a su identidad;

juntos nos comprometemos en vivir los valores comunes, como: la solidaridad, la igualdad, la paz, la fraternidad;

cada uno trata de donar al otro lo mejor de sí, en la fidelidad explícita a las propias convicciones, y acoge al otro, sabiendo que cada uno tiene riquezas de la propia cultura para donar;

en este compromiso no hay cabida para el proselitismo: se comunica un pensamiento para crear una relación con el otro, no para conquistarlo a las propias ideas;

el diálogo está basado en el respeto profundo del otro y en actuar según la propia conciencia, que cada uno se esfuerza en seguir con coherencia;

se construye sobre todo en lo concreto, trabajando juntos, en acciones de solidaridad;

el grupo no permanece cerrado en sí mismo, sino que cada uno de sus miembros, cualquiera que sea su cultura, se compromete a trabajar para renovar su propio ambiente;

el objetivo común es el de construir juntos un mundo más unido, construyendo entre los creyentes y los no creyentes una fraternidad tal que pueda ser un testimonio para los otros.

Grupos

A partir de los congresos realizados en Castelgandolfo, se han formado grupos de diálogo en Italia, en Europa y en América del Sur.

Algunos grupos profundizan temas de interés común, por ejemplo "la laicidad y la fe" o argumentos de actualidad. Otros, para ampliar el diálogo, animan varias iniciativas sociales y culturales, y otros grupos más se comprometen en acciones de solidaridad.

Acciones de solidaridad

Conjuntamente se llevan adelante varias iniciativas sociales en el Este de Europa (Croacia, Servia, Albania, Moscú), en Jerusalén, en Ecuador, en Camerún, en Brasil. Han nacido también pequeñas empresas con finalidades sociales y actividades de servicio a los ciudadanos.

Noticiero

"Diálogo entre amigos": es un noticiero traducido en 5 idiomas, que une a cerca de 60 grupos de diálogo existentes, favoreciendo el intercambio de experiencias y reflexiones.

Más información:

en Buenos Aires
en Córdoba, Cuyo y Norte Argentino
en Rosario y Litoral
en Bahía Blanca y Patagonia

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