Comunión entre Movimientos y comunidades eclesiales

¿Por qué poco antes y sobre todo después del Vaticano II han surgido en la Iglesia tantos Movimientos Eclesiales y nuevas Comunidades?

"Porque mientras que en la Iglesia del post-concilio se hablaba de "invierno" en lugar de la anunciada "primavera", "el Espíritu, por decir de alguna forma, ha pedido nuevamente la palabra. Y en jóvenes hombres y mujeres ha vuelto a brotar la fe, vivida en su integridad como don, como regalo precioso que hace vivir"". Han sido las palabras del Card. Joseph Ratzinger al inicio de su discurso teológico en el Congreso de los fundadores o responsables de los Movimientos Eclesiales, el día anterior a la vigilia de Pentecostés de 1998.

Pero no se podía prever el desarrollo sucesivo, cuando empezó a realizarse la "comunión" entre ellos, como respuesta al Papa Juan Pablo II quien en el gran encuentro de la vigilia de Pentecostés '98 indicó a los Movimientos eclesiales y las nuevas Comunidades una nueva etapa: dar a la Iglesia "frutos maduros de comunión".

Se ha empezado con alegría a poner en práctica el mandamiento del amor recíproco entre los Movimientos: "Ama al Movimiento del otro como al propio", siempre permaneciendo fieles al propio carisma. Esta comunión nos ha hecho sentir, aun en la diversidad de los carismas y finalidades, hermanos, y por lo tanto reconocibles discípulos de Cristo.

Se ora los unos por los otros y se fueron descubriendo la belleza y la utilidad del carisma particular de los demás, con un enriquecimiento espiritual recíproco. y Se ha empezado también una colaboración concreta, ya sea compartiendo las dificultades y las alegrías de dar testimonio del Evangelio, ya sea ofreciendo juntos un aporte a la vida y a las estructuras de la Iglesia local. El corazón de cada uno se expandió mayormente sobre toda la Iglesia, para la cual cada carisma ha sido donado.

Y ha aumentado el amor por el Papa, quien tanto nos ha bendecido y beneficiado. Por la amistad que se creó, en cada Movimiento se advertía como una renovada juventud.

 La comunión entre los Movimientos nacida en Roma
 se difunde en el mundo.

Esta comunión florecida en Roma, se ha difundido con estupor por doquier. Para dar una idea de la dimensión geográfica de la comunión entre los Movimientos, podemos decir que del '98 a hoy se han desarrollado, a imitación de la reunión de los Movimientos con Juan Pablo II en la Plaza San Pedro, 297 "Jornadas de Pentecostés" en todo el mundo, con la participación de más de medio millón de miembros pertenecientes a 330 Movimientos y Comunidades eclesiales.  

El aliento del Papa y de los Obispos

Esta iniciativa ha sido sostenida por Juan Pablo II, en una carta autógrafa dirigida a la fundadora de los Focolares.

"El trabajo común con los otros Movimientos eclesiales para encontrar un punto de unidad, aun en la diversidad, de los varios carismas--- es una noticia muy confortante... porque la indispensable colaboración entre las varias realidades eclesiales ciertamente dará muchos frutos".

Un obispo comentó, después de una jornada vivida en una reunión de los Movimientos: "Es el tiempo de la unidad de los Carismas en la Iglesia, es la hora de la eclesiología de comunión como se vivía en los orígenes. Es una novedad que tiene futuro. ¡Es el futuro de la Iglesia!".

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