Los orígenes

7 de diciembre de 1943 - Esta fecha marca convencionalmente los inicios del Movimiento: es el día en el que Chiara Lubich, quien será la fundadora y presidente de los Focolares, en la capilla del colegio de los Capuchinos de Trento, dona su vida a Dios. Estaba sola. Tenía 23 años. No existía ningún indicio de lo que habría nacido.

1944 - El drama del segundo conflicto mundial imparte una lección decisiva: "Todo cae, todo es vanidad de vanidades. Sólo Dios permanece". Dios amor irrumpe en la vida de Chiara transformándola. Un descubrimiento que enseguida comunica y comparte con otras jóvenes que serán sus primeras compañeras. A los refugios llevan sólo el Evangelio: aquellas palabras se iluminan con una luz nueva: en ellas encuentran el "cómo" responder a este amor. En el mandamiento que Jesús dice suyo y nuevo: "ámense los unos a los otros como yo los he amado", descubren el corazón del Evangelio. Viviéndolo con radicalidad, experimentan un salto cualitativo en su vida personal y comunitaria. En el testamento de Jesús "que todos sean uno", encuentran el por qué de sus vidas: contribuir a realizar el plan de Dios sobre la familia humana.

La experiencia de "Dios amor" es la chispa inspiradora que da inicio al Movimiento; el amor recíproco constituye su tejido espiritual; el "que todos sean uno" es su objetivo. Son éstos algunos de los puntos cardinales de una nueva corriente espiritual: la Espiritualidad de la Unidad, que llegará a ser cada vez más universal.

El 13 de mayo, Trento es arreciada por un violento bombardeo. La casa de Chiara Lubich es gravemente afectada. Mientras los familiares escapan a la montaña, Chiara decide permanecer en la ciudad para sostener el Movimiento naciente. Entre las ruinas, abraza a una mujer enloquecida por el dolor, que le grita la muerte de sus 4 hijos. Advierte la llamada a abrazar el dolor de la humanidad.


Seguidamente encuentra un pequeño departamento, donde vivirá con algunas de sus primeras compañeras. Es el primer focolar. Empieza a realizarse lo que había intuido años atrás, en 1939, en el Santuario de Loreto: que la suya sería una nueva vocación en la Iglesia, según el modelo de la familia de Nazareth y que muchos seguirían este camino.

Debido a la guerra, una gran pobreza afecta a la población de Trento. El primer grupo de jóvenes comparte sus pocos bienes con los pobres de los barrios marginales. En plena guerra, víveres, vestidos y medicinas llegan con insólita abundancia. Experimentan la verdad de las palabras evangélicas: "Den y se les dará", "Pidan y obtendrán". Muy pronto 500 personas se ven involucradas en esta silenciosa revolución. Nace espontáneamente una comunión de bienes materiales y espirituales según el modelo de las primitivas comunidades cristianas. El objetivo es contribuir a resolver el problema social de la ciudad. El Evangelio es redescubierto en toda su potencia renovadora. Esta experiencia suscita el interés de algunos jóvenes marxistas: son las primicias del compromiso social del Movimiento y del diálogo con personas sin un credo que se desarrollará seguidamente.

1947 - Primera aprobación del Movimiento por parte de la Iglesia: Mons. Carlo De Ferrari, entonces arzobispo de Trento, reconoce: "Aquí está la mano de Dios". Seguirán la nueva aprobación pontificia, en 1962, y, para ulteriores desarrollos del Movimiento, la segunda, en 1990.

1948 – Se abre el primer focolar masculino. Con la adhesión de algunos jóvenes se abre en Trento el primer focolar masculino.

1948 - Se abre la grave problemática de la Italia de la post-guerra, que intenta la reconstrucción moral y material, cuando Chiara Lubich encuentra, en Roma, a Igino Giordani, padre de 4 hijos, hombre de cultura de renombre en el Novecientos italiano, diputado, escritor, periodista, pionero del ecumenismo. Que contribuye, entre otras cosas, a la encarnación en lo social de la Espiritualidad de la Unidad y al desarrollo ecuménico del Movimiento. Es el primer focolarino casado y abre este nuevo camino de santidad a muchos casados, que son los animadores del Movimiento Familias Nuevas.

1949 - Inicia un período de gracias especiales. Chiara, junto con sus primeros y primeras compañeras, va a las montañas trentinas, a Tonadico de Primiero, para un período de descanso. Será una fuerte experiencia espiritual que iluminará también las líneas fundamentales del Movimiento.

Pasquale Foresi, un joven de Pistoia (Italia) formado en ambientes católicos, con una fuerte exigencia de conjugar el Evangelio y la vida, encuentra por primera vez a Chiara Lubich en Trento en diciembre de ese año. Será el primer focolarino sacerdote, ordenado en 1954. Ha dado un aporte determinante, entre otras cosas, para el desarrollo de los estudios teológicos, el nacimiento de la Casa Editorial Cittá Nuova (Ciudad Nueva), el surgimiento de la primera ciudadela, en Loppiano (Florencia) y para la redacción del Estatuto del Movimiento.

Semillas de fraternidad: las Mariápolis

1949-60 - En la difícil post-guerra, cuando resulta difícil sanar las heridas provocadas por el segundo conflicto mundial
entre los pueblos europeos, todos los veranos, en las montañas de Trento, al primer grupo del Movimiento naciente se une un grupo cada vez mayor de jóvenes, familias, obreros, profesionales, políticos. Los visitan personalidades políticas como el Presidente del Consejo; Alcide De Gasperi. Se compone la Mariápolis, boceto temporal de una sociedad renovada por el amor del Evangelio. Se encuentran personas del Tirol del sur e italianos, franceses y alemanes, que ven desaparecer odios y rencores. Las Mariápolis se repiten cada año en los 5 continentes.

Según este modelo surgen en el mundo las 'Mariápolis permanentes', las ciudadelas del Movimiento, actualmente 35, en varios estadios de desarrollo; la primera nace en Italia, en Loppiano. Hoy cuenta con más de 800 habitantes, de 70 naciones.

La nota de internacionalidad caracteriza muy pronto al Movimiento en rápida expansión,  primero en toda Italia, después, a partir de 1952, en los otros países de Europa y a partir de 1958 en los otros continentes. En 1959 son más de 10.000 las personas que llegan a Fiera de Primiero, en el Trentino. Están representados 27 países de diversos continentes. en esa Mariápolis y después, en 1960, en Friburgo, Chiara Lubich, hablando a grupos de diversas naciones de la unidad de los pueblos, transfiere a la relación entre las naciones la ley evangélica del amor, y propone "amar la patria del otro como la propia".

Renovación de la Iglesia y de la sociedad

1954 - Sacerdotes diocesanos y religiosos de varias Congregaciones,
desde un inicio, al entrar en contacto con la Espiritualidad de la Unidad, experimentan una nueva vitalidad por la vida evangélica. Nace la "Liga" constituida por religiosos y por sacerdotes diocesanos, que se transformará en dos ramificaciones distintas del Movimiento.

1956 - Invasión soviética de Hungría. Ante ese drama, el Papa Pío XII advierte la urgencia de devolver a Dios a la sociedad, para que los hombres reencuentren en él la fuente de la libertad y de la fraternidad. Chiara Lubich, recogiendo su invitación, lanza un llamamiento para suscitar "voluntarios de Dios" que se comprometan a renovar los diversos ámbitos de la sociedad. Nacen así en el Movimiento los "voluntarios" y las "voluntarias", personas de las más diversas categorías y profesiones, que son los principales animadores del Movimiento Humanidad Nueva.

La llegada a Argentina



1959 – Primer viaje a América del Sur, de Lía Brunet, Marco Tecilla y Fiore Ungaro. Visitan Buenos Aires y Santa María de Catamarca donde era parroco el P. Antonio Priori, quien había conocido el Movimiento en Italia). En 1960 el P. Priori participa en la Gran Misión de Buenos Aires y nace la primera comunidad del Movimiento en la ciudad de Buenos Aires.


1961 – 1962 - Se fundan los primeros focolares en Buenos Aires. El 25 de octubre de 1961 llegan Lía Brunet y Dina Sartori (Márita) para abrir el primer focolar en Argentina.


El 2 de febrero de 1962, con la llegada de Victorio Sabbione y Carlos Casabeltrame se inicia el focolar masculino en Buenos Aires.


1962 – Primera Mariápolis en suelo argentino. En julio se realiza, en Santa María de Catamarca la primera Mariápolis. Participan grupos de personas de esa localidad, de Tucumán, Córdoba, Buenos Aires. Comienza la difusión del espíritu de los Focolares en Argentina.
1963 – Nace la revista Ciudad Nueva en Argentina. En enero de ese año sale el primer número.

Se abre la página ecuménica del Movimiento

1961 - En la Europa dividida en dos bloques políticos y religiosos, se abre la experiencia ecuménica del Movimiento, cuando en Darmstadt (Alemania), Chiara Lubich encuentra a algunos pastores luteranos que desean conocer la experiencia de redescubrimiento del Evangelio vivida por el Movimiento. La Espiritualidad de la Unidad se difunde entre cristianos luteranos, después anglicanos, reformados, ortodoxos y, hoy en día, en más de 350 Iglesias y comunidades cristianas, contribuyendo a la caída de prejuicios y al redescubrimiento del patrimonio de fe común. Se experimenta la unidad espiritual en Cristo en la vida cotidiana, y nace así un diálogo del pueblo, levadura para la plena unidad visible entre los cristianos.

La primera audiencia con el Papa

1964 - Pablo VI recibe a Chiara Lubich y reconoce en el Movimiento una "Obra de Dios". Ya a principios de los años '50, Chiara había encontrado al entonces Mons. Giovanbattista  Montini cuando era el suplente en la Secretaría de Estado en el Vaticano. A lo largo de los años, las ocasiones de encuentro con el Papa -Pablo VI primero y Juan Pablo II después- se multiplican, con audiencias privadas y públicas, e intervenciones con ocasión de las manifestaciones internacionales del Movimiento.

Primeras visitas de Chiara Lubich a la Argentina

196419651966. Son años importantes para difusión del Movimiento de los Focolares en Argentina. Chiara Lubich llega por primera vez en abril de 1964 a visitar los focolares nacientes. Repetirá su viaje en abril de 1965 y mayo de 1966. En esta última visita se colocará la piedra fundamental del Centro Mariápolis de José C. Paz (Buenos Aires). Una casa que albergará encuentros de formación para las distintas ramas del Movimiento.

En el inmediato post-Concilio

1966 - Como respuesta al deseo expresado por el Papa Pablo VI, en el curso de una audiencia con los sacerdotes diocesanos adherentes al Movimiento, Chiara Lubich, da inicio al Movimiento parroquial. Desde comienzos de los años '60, la Espiritualidad de la Unidad vivida por sacerdotes, religiosos y laicos en las comunidades parroquiales, había suscitado en ellas una nueva vitalidad evangélica.

1966-1988 - El camino ecuménico del Movimiento se profundiza mediante los numerosos encuentros que Chiara Lubich sostiene con los máximos responsables de las varias Iglesias. En Londres, en 1966, es recibida por el Arzobispo de Canterbury, Dr. Michael Ramsey, Primado de la Comunión Anglicana, quien anima la difusión de la espiritualidad de los Focolares en la Iglesia de Inglaterra. Y así sus sucesores: Coggan, Runcie, Carey, Williams. En 1967, en Estambul, encuentra al Patriarca ecuménico ortodoxo de Constantinopla, Atenágoras I. De el '67 al '72 serán 8 sus viajes a Estambul, y 24 las audiencias con el Patriarca. Se encontrará seguidamente también con sus sucesores: Dimitrios I y Bartolomé I. Las Iglesias anglicana y ortodoxa la distinguen con varios reconocimientos. De las Iglesias de la Reforma recibe en 1988 el Premio "Paz augustana" de la ciudad de Augsburg (Alemania). El discurso de reconocimiento es pronunciado por el obispo luterano Johannes Hanselmann, entonces Presidente de la Federación Luterana Mundial. A partir de los años '60, estrecha amistad con el Prior de Taizé, Frère Roger Schutz.

1967-1984 - Nace el Movimiento Gen (generación nueva) - Un año antes de que en el mundo explotara la contestación juvenil, Chiara Lubich lanza a los jóvenes, que desde un inicio comparten el Ideal de la Unidad, a comunicarlo a sus coetáneos, dando testimonio del Evangelio como el código de la más potente revolución social. Los gen animarán más tarde, a partir de 1984, el Movimiento de más amplio alcance: "Jóvenes por un mundo unido".

1967 - Chiara Lubich da inicio al Movimiento Familias Nuevas a partir del vivir radicalmente la Espiritualidad de la Unidad se revitaliza el amor entre los diversos componentes de la familia. En un mundo que ha olvidado los grandes valores y que asiste a la disgregación de la "célula fundamental de la sociedad", el testimonio de "familias contra la corriente", solidarias y abiertas, es el fermento para una sociedad más comprometida en la dimensión social, sea religiosa que civil.

 

1968Nace la Mariápolis Andrea (hoy Mariápolis Lía). El 16 de febrero llega el primer grupo de jóvenes para iniciar la Mariápolis permanente en O’Higgins (Provincia de Buenos Aires). Con una generosidad incalculable los Padres Capuchinos donaron el predio de 50 hectáreas con construcciones que ya no usaban. En ese lugar toma vida la experiencia de vivir las 24 horas según la ley del Evangelio: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Poco a poco fue abriéndose a jóvenes, familias, sacerdotes, religiosos y religiosas, adultos. Actualmente viven 230 personas y desde el 68 a nuestros días ya han pasado un período de varios meses más de 4500. Unas 25.000 personas la visitan por año.


1970 - Nace la tercera generación de los Focolares, los Gen 3. Desde un inicio, también los muchachos (de los 9 a los 17 años) han hecho propia la Espiritualidad del Movimiento. A partir del '84, animarán el más vasto Movimiento: "Muchachos por la unidad".

1972 - También los niños, los Gen 4 (de los 4 a los 8 años) viven con radicalidad el Evangelio. A menudo la mentalidad evangélica de los gen 4 toca el corazón de los adultos. Con representaciones teatrales e iniciativas varias, pero sobre todo con su testimonio, saben comunicar su ideal evangélico a sus coetáneos.

1977 - Inician los encuentros anuales internacionales de los "obispos amigos del Movimiento de los Focolares" promovidos por Mons. Klaus Hemmerle, obispo de Aachen (Alemania), para profundizar la Espiritualidad de la Unidad y vivir una experiencia de colegialidad episcopal "efectiva y afectiva". Toma forma así la rama de los obispos que tendrá una relación espiritual con el Movimiento y será reconocida, con aprobación pontificia, en 1998. A partir de 1982, por sugerencia del Papa Juan Pablo II, esta experiencia se abre también a obispos de otras Iglesias cristianas.

 Diálogo interreligioso
 y con personas sin una referencia religiosa


1977-1981 - Se abre el diálogo interreligioso del Movimiento: en 1977 en Londres, se le entrega a Chiara el Premio Templeton por el progreso de la religión. En la Guildhall, en el Lambeth Palace, donde Chiara es invitada a hablar de su experiencia espiritual, es vivo el interés expresado por personalidades hebreas, musulmanas, budistas, hindúes y sikhs presentes. Chiara lo percibe como un signo para abrir esta nueva página del Movimiento.

Primeros contactos con los budistas: Chiara Lubich encuentra en 1979 a Nikkyo Niwano, japonés, presidente y fundador de un vasto movimiento laico budista  - Rissho Kosei-kai, con 6 millones y medio de adherentes - y uno de los iniciadores de la Conferencia Mundial de las Religiones por la Paz (WCRP). En 1981 Chiara es invitada por él a hablar, en un templo budista de Tokio, de su experiencia cristiana, ante 12.000 adherentes del Movimiento budista. Se profundiza el conocimiento recíproco e inicia una colaboración que tendrá un desarrollo también en el campo humanitario y de en la promoción de la paz.

Inicia una nueva etapa del diálogo con personas sin una referencia religiosa. Hasta entonces había sido vivido en especial por miembros del Movimiento con personas de ideología marxista. Nace el Centro para el diálogo con personas de convicciones no religiosas. Este diálogo se extenderá en los cinco continentes también a personas de otras convicciones.

Hacia una nueva sociedad planetaria

1980-2005 - Inician las grandes manifestaciones internacionales que tendrán una periodicidad, difundidas a través de conexiones vía satélite con los 5 continentes, como los "Genfest" para los jóvenes (las primeras ediciones se remontan al '73 y '74 en Loppiano, y al '75 en Roma), los "Familyfest" para las familias, los "Supercongresos" para los adolescentes, haciendo experimentar en una dimensión mundial la realidad de un único pueblo.

1984 - Juan Pablo II visita el Centro Mariápolis del Movimiento en Rocca di Papa, el 19 de agosto. En esa ocasión el Papa reconoce en el carisma de Chiara Lubich una expresión del "radicalismo del amor", y en el Movimiento los lineamientos de la Iglesia del Concilio, abierta a los diálogos.

1989 - Cuando caen en Europa los muros de separación entre los dos bloques, oriental y occidental, Chiara Lubich invita a superar la lógica de "los vencedores y los vencidos", comprometiéndose juntos en salvaguardar los valores humanos más auténticos, como la solidaridad, la justicia social, la igualdad. Estos valores son la base del diálogo que se desarrolla en el Movimiento, entre cristianos y personas sin una precisa referencia religiosa.  Será un Ateneo del Este Europeo, la Universidad Católica de Lublín (Polonia) la que otorgará, en 1996, el primer reconocimiento oficial de la incidencia en lo social del Movimiento, con la entrega del doctorado h.c. en Ciencias Sociales a Chiara Lubich.

1990 - 2005 - En el actual cambio de época, mientras una fuerte crisis cultural atraviesa no sólo el Occidente, de la Espiritualidad de la Unidad nacen las primeras líneas de pensamiento que contribuyen a abrir senderos hacia una cultura renovada. Es lo que está emergiendo de la Escuela Abbá, centro de estudios interdisciplinario al que Chiara Lubich ha dado inicio con el aporte del teólogo y obispo de Aachen, Mons. Klaus Hemmerle, y de profesores y expertos en materias religiosas y laicas: de la Teología, la Filosofía, la Psicología y la Sociología, al Ecumenismo, de las Ciencias Políticas a la Economía, al Derecho, la Matemática, las Ciencias Naturales y las Comunicaciones Sociales. Desde los inicios del Movimiento, Chiara intuye que el Carisma de la Unidad habría iluminado también las varias disciplinas. Un ulterior desarrollo a tenido lugar a partir de 1999, cuando se forman, para cada ámbito, comisiones internacionales que promueven congresos, cursos de formación, publicaciones.

1991 - 1999 - El drama de las poblaciones que viven en extrema pobreza se pone especialmente en evidencia durante un viaje a Brasil de Chiara Lubich, que lanza el proyecto de la Economía de Comunión, el cual involucra hoy día a cientos de empresas. Varios economistas ven en ella las primicias de una nueva teoría y praxis económica. Son numerosos los congresos nacionales e internacionales, las tesis de graduación (alrededor de 200), y los ateneos que profundizan este proyecto económico innovador. En 1999 la experiencia y la visión cultural de la Economía de Comunión como propuesta para sanar desequilibrios económicos, es presentada por Chiara Lubich en un Congreso Internacional promovido en Estrasburgo por el Consejo de Europa, con ocasión del 50° de su institución.

Ya a finales de los años '50, con el primer viaje de tres de los primeros compañeros de Chiara Lubich a un continente extraeuropeo: a América Latina, y con la difusión del Movimiento en todo el continente latinoamericano, y más tarde en África y Asia, florecen muchas obras que suscitan el autodesarrollo y el rescate social de las poblaciones.

1996 - Con ocasión de un encuentro en Nápoles con un grupo de políticos italianos que sufren por las profundas transformaciones políticas que envisten al país, se encamina un nuevo desarrollo del compromiso político iniciado desde los años '50 por Igino Giordani, diputado del parlamento italiano. Chiara Lubich da inicio al Movimiento político por la Unidad abierto a personas de las más variadas extracciones partidistas. Se inspira en la fraternidad, reconocida como categoría política tendiente a salvar los valores auténticos, en vista del bien común. La experiencia se difunde en varios países, especialmente en Europa y en América Latina.

1996-2003 - El compromiso del Movimiento de "lanzar puentes entre las personas, las generaciones, las categorías sociales y los pueblos, en una época en la que las diferencias étnicas y religiosas a menudo conducen a conflictos violentos", es motivo de numerosos reconocimientos entre los cuales los Premios: por la Educación a la paz '96, otorgado a Chiara Lubich por la UNESCO en París, y Derechos Humanos, otorgado -junto con otras personalidades- en 1998 por el Consejo de Europa, en Estrasburgo, además de numerosas ciudadanías honorarias, entre las cuales las de Buenos Aires, Roma, Florencia, Milán, Turín, Génova y Palermo.

Nuevo desarrollo en el diálogo interreligioso

1997-2005 - En la actual transformación mundial hacia una sociedad cada vez más multicultural y multireligiosa, el diálogo interreligioso tiene un nuevo desarrollo. En enero del '97 Chiara Lubich es invitada a hablar de su experiencia espiritual a 800 monjas y monjes budistas en Tailandia; en mayo, a 3mil musulmanes afro-americanos, en la mezquita de Harlem, en Nueva York. En abril del '98 se encuentra con los miembros de la comunidad judía de Argentina. En el 2001 y 2003 va a India, invitada por instituciones académicas hindúes de Bombay y por Movimientos gandhianos del Tamil Nadu que le otorgan el Premio "Defensor de la Paz". En el 2002 en Asís, en la Jornada por la Paz, presidida por el Papa Juan Pablo II, ante la presencia de líderes de las mayores religiones mundiales, interviene, junto con el Prof. Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio como representante de la Iglesia Católica. Son promovidos en el Movimiento simposios con hindúes (2002 y 2004), con budistas (2004), con musulmanes (2005) y con judíos (2005) que marcan una profundización en el conocimiento recíproco bajo el perfil espiritual y doctrinal, consolidando las relaciones de fraternidad.

Una espiritualidad para el ecumenismo

1997-2003 - Crece en el mundo ecuménico la exigencia de espiritualidad, para dar un nuevo impulso al camino hacia la plena unidad de las Iglesias cristianas. La Espiritualidad de la Unidad de los Focolares, compartida desde hace más de 40 años no sólo por miembros de la Iglesia católica, sino en distintas formas, también por cristianos de más de 350 Iglesias y comunidades eclesiales, es reconocida cada vez más a distintos niveles, como espiritualidad ecuménica. Chiara Lubich es invitada a presentarla en la apertura de la II Asamblea de los Cristianos de Europa reunida en 1997 en Graz (Austria) con más de 10.000 participantes, promovida por el Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas (CCEE) y por el Consejo de las Iglesias Cristianas de Europa (KEK), presentes el Patriarca de Moscú y de toda Rusia, Alessio II, el primado de la Iglesia anglicana, Dr. Carey y el Katholikos de la Iglesia armena, Karekin I. En los años siguientes Chiara es invitada a hablar en lugares simbólicos del mundo evangélico-luterano y reformado, en Berlín, Augsburg, Zürich y Ginebra. Ya en 1967, en 1982 y después en el 2002, Chiara Lubich es invitada a presentar la espiritualidad y las finalidades del Movimiento al Consejo Ecuménico de las Iglesias.

Todo un pueblo



1998 – Chiara Lubich visita nuevamente Argentina. Era la cuarta vez que Chiara Lubich venía a la Argentina. Sin dudas era la visita más esperada. Habían pasado 30 años de su último viaje. Fueron 29 días, del 28 de marzo al 24 de abril. Jornadas cargadas de significado para los Focolares y una buena parte de la sociedad argentina: la estadía en la Mariápolis Andrea, la Declaración de Visitante ilustre de la ciudad de Chacabuco (el municipio de la ciudadela de O’Higgins) y de la Ciudad de Buenos Aires, el Doctorado Honoris Causa en la UBA, su encuentro –o mejor, la fiesta de Pascua- en el Luna Park de Buenos Aires con 8000 miembros del Movimiento, el histórico encuentro con Judíos en la B’nai B’rith y con la Conferencia Espiscopal.

Los Movimientos eclesiales y el camino de comunión

1998-2004 - Mientras las sociedades occidentales están cada vez más secularizadas, a la vigilia de Pentecostés '98, en el primer gran encuentro mundial de los Movimientos Eclesiales y nuevas Comunidades en la Plaza San Pedro, Juan Pablo II define su lugar en la Iglesia, reconociéndolos como "significativa expresión del aspecto carismático de la Iglesia" por él definido como co-esencial al aspecto institucional. Ha visto operante en estas nuevas realidades eclesiales la respuesta del Espíritu al proceso de descristianización en acto. Les pide frutos maduros de comunión y compromiso. Interviniendo junto a otros 3 fundadores, Chiara Lubich le asegura el compromiso de contribuir a realizar esta comunión entre los Movimientos "con todas nuestras fuerzas".

A partir de entonces empieza un camino de fraternidad y comunión entre muchos Movimientos y comunidades en el mundo. Comunión que se extiende, a partir de 1999, también a Movimientos y Asociaciones anglicanas y ortodoxas.

El entonces Cardenal Joseph Ratzinger, en el Congreso que precede al gran encuentro con el Papa, presenta un importante estudio teológico sobre los Movimientos en la Iglesia. Entre otras cosas, reconoce en ellos la acción del Espíritu Santo que "incesantemente suscita la novedad del cristianismo" y pone en evidencia su especial relación con el ministerio universal del Papa, estando llamados, los Movimientos y las nuevas Comunidades, a "llevar el Evangelio hasta los últimos confines de la tierra".

Por la unidad de Europa y por una familia renovada

2004 - Se abre una nueva página para Europa: el inicio de la reunificación entre el Oeste y Este europeo, con la entrada en la Unión Europea de los primeros países de Europa Centro Oriental. En coincidencia con este acontecimiento, el 8 de mayo tiene lugar en el Palacio del Deporte de Stuttgart (Alemania), la primera Jornada "Juntos por Europa" en conexión satelital con más de 160 manifestaciones contemporáneas en otras tantas ciudades europeas. El objetivo es contribuir a dar un alma al proceso de reunificación del continente. El Movimiento de los Focolares está entre los promotores. Están involucrados más de 150 Movimientos y Nuevas comunidades católicas, evangélico-luteranas, reformadas, ortodoxas y anglicanas. Una nueva cita está programada en Stuttgart para mayo de 2007.

2005 - Mientras se vuelve cada vez más vivo el debate sobre los valores de la vida y de la familia, el Familyfest 2005, gran manifestación internacional, desarrollada en Roma y contemporáneamente en más de 200 ciudades del mundo, irradia -también vía satélite e Internet- la importante penetración del espíritu de la unidad en la familia.

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